Hace seis años escribí estas notas, las recordé recientemente por una amiga que me las hizo llegar en un momento de duda y confusión. ¡Dios nos habla de tantas maneras! Si estás leyendo esto hoy, no es casualidad. Con todo mi cariño te las comparto. Ama lo que haces, haz lo que amas. No pienses que mañana llegará lo que necesitas para ser feliz, agradece lo que tienes hoy. Cree en ti mismo, aunque los demás digan lo contrario, confía en tu instinto. Piensa en grande, pero da pasos pequeños y firmes diariamente, sin detenerte. Comparte, da, ofrece… lo que das, recibes. Descubre una nueva cualidad tuya cada día, te sorprenderás lo increíble que eres. Fluye con la vida, no te apegues, suelta lo que te daña. Corre el riesgo de ser tu mismo, sin miedo al que dirán. Haz algo nuevo cada día, no te estanques, muere lentamente quien no se renueva. La vida es cambio, es novedad, es emoción… eso es lo que la hace que valga la pena. Comprende que el otro, aquél que tanto de daña, tiene una histor
He dejado al amor en pausa. No porque no esté, sino porque he elegido mirar hacia otro lado. Lo he dejado en pausa cada vez que creo que estoy sola. Cada vez que me he sentido separada del mundo, separada de todos y abandonada. Lo he dejado en pausa cada vez que he tenido miedo del futuro, creyendo que como barco a la deriva navego sin rumbo o bien, que el único rumbo seguro es aquél que me causará un dolor insoportable. Lo he dejado en pausa cada vez que siento que la vida me castiga por tantas cosas que no recuerdo haber hecho, pero que deben ser reales por el miedo que me paraliza a cada instante. Lo he dejado en pausa creyendo que tengo que seguir luchando por ganarme la vida, por ser alguien, por lograr algo, por demostrar que valgo. Lo he dejado en pausa cuando tengo tanto miedo de morir, que me olvido de vivir, de agradecer, de sonreír, de disfrutar. Hoy elijo darle “play”. Elijo darle al amor la oportunidad de mostrarse, de sentirse, de guiarme y de proveerme de todo lo que nec