Ir al contenido principal

SOLTAR ES VIVIR EN LIBERTAD




Nos dicen suelta y confía, deja ir lo que te daña, no te preocupes y déjaselo todo a Dios.
Pero en el día a día, llevar a cabo esto y sentirnos libres para seguir nuestro camino parece ser una labor muy dura y muy difícil. Y efectivamente lo es cuando no tienes claro por qué puedes confiar en la Vida y fluir con ella.


Tenemos grabado en el subconsciente la idea de separación, de que estamos solos en el Universo, de que en algún lugar del cielo está Dios, pero nosotros estamos aquí, lejos, vulnerables y expuestos, a merced de las olas, siempre con miedo a naufragar.


Eso es lo que hace tan difícil soltar. No reconocer que nunca hemos estado separados. Que siempre hemos estado protegidos y amados infinita e incondicionalmente por nuestro Creador.


Escucha este artículo aquí.



Por supuesto que dará mucho miedo soltarte de la cuerda al vacío si piensas que no habrá nadie para sostenerte. Parece hasta loco hacer tal cosa. Pero la clave está en hacer un alto –tal vez por primera vez en tu vida- y reconocer quién eres, recordar tu esencia, de dónde vienes y más allá de eso, replantearte la idea que tal vez hasta este momento has tenido de Dios, pues hemos creído que El nos juzga, nos condiciona y nos ama a veces, sólo a veces. Entonces pensamos… ¿cómo puedo soltar y confiar si no se si Dios estará ahí para mi? ¿Y si suelto y no me merezco la ayuda porque no he hecho suficientes méritos y me toca sufrir aún más? … Y un sinfín de pensamientos como estos pasan por tu mente y dices, no, no puedo soltar y confiar porque no se qué pasará y prefiero “tener el control” aunque eso implique desgastarme al extremo y sentir que todo es cada vez más difícil.


Nacimos libres, somos libres. Libres de pensar, elegir, decir y hacer lo que nuestro corazón nos dice. Libres de amar y ser amados. Libres de decidir a nuestro favor desde el amor. Y sólo haremos uso de esa libertad cuando dejemos de anclarnos en los miedos del pasado y los del futuro, en lo que fue o en lo que puede ser, y aprendamos a vivir este momento con su perfección, confiando desde lo más profundo de nuestro ser, que jamás hemos estado solos, que hay un Poder Superior que sólo habla de Amor y que no sabe de juicios, culpas, luchas de poder ni castigos.


Ese momento se dará, aquél en el que la certeza de saber que eres uno con el Poder que te creó se instale en tu mente con claridad. Lo estás buscando…y está a punto de encontrarte.
Suelta, confía y escucha las señales que el Universo tiene para ti. No estás solo, todo está bien, siempre.



De corazón, Mar Barbosa

(Foto por Mor Shani)

Entradas populares de este blog

25 SUGERENCIAS PARA VIVIR MEJOR por Mar Barbosa

Hace seis años escribí estas notas, las recordé recientemente por una amiga que me las hizo llegar en un momento de duda y confusión. ¡Dios nos habla de tantas maneras! Si estás leyendo esto hoy, no es casualidad. Con todo mi cariño te las comparto.  Ama lo que haces, haz lo que amas. No pienses que mañana llegará lo que necesitas para ser feliz, agradece lo que tienes hoy. Cree en ti mismo, aunque los demás digan lo contrario, confía en tu instinto. Piensa en grande, pero da pasos pequeños y firmes diariamente, sin detenerte. Comparte, da, ofrece… lo que das, recibes. Descubre una nueva cualidad tuya cada día, te sorprenderás lo increíble que eres. Fluye con la vida, no te apegues, suelta lo que te daña. Corre el riesgo de ser tu mismo, sin miedo al que dirán. Haz algo nuevo cada día, no te estanques, muere lentamente quien no se renueva. La vida es cambio, es novedad, es emoción… eso es lo que la hace que valga la pena. Comprende que el otro, aquél que tanto de daña, tiene una hi...

DESCANSA YA, DEJA DE LUCHAR.

Cuando te sientas en medio del huracán, con el miedo inundándote, llena de dudas y desconcierto, en ese momento habrá una voz que te diga imperantemente que "tienes que hacer más, que tienes que ser más, que necesitas cambiar, que necesitas irte, que necesitas quedarte... tienes que, debes de, necesitas esto, necesitas lo otro..."  Esta voz te crea aún más angustia y desesperación, pues es la voz del ego, aquella que está en tu mente pero que NO eres tú.  Es momento de detenerte - contra todo lo que esa voz te dice- es momento de hacer un alto y darte cuenta de que siempre que la has escuchado, que has luchado incansablemente contra todo y contra todos, el resultado ha sido siempre el mismo, no estás en paz. Nada de lo que hagas parece ser suficiente, y nunca lo será.  Para obtener resultados distintos, habrá que hacer cosas distintas... nos lo han dicho de muchas formas. Tal vez eso es precisamente lo que hoy se te pide, que dejes de luchar, que dejes de sentir que "tie...