Cuando hablo de Amor, no hablo de la emoción esporádica de querer estar con alguien. No hablo del sentimiento que se expresa si el otro responde de la misma manera, y si no lo hace, entonces lo reprimo. No hablo de algo que pueda cambiar y depender de las circunstancias externas. Cuando hablo de Amor, hablo de la fuerza más allá de toda compresión que nos mueve, que nos crea, que nos lleva a la certeza de que hay algo más allá de lo que los ojos nos permiten ver. Hablo de la esencia de lo que somos, de la luz que brilla dentro de mi -y de ti- incluso aunque no lo sepas. Hablo del reconocimiento profundo de haber sido creados a semejanza de un Creador que por definición es eso... Amor. Así que hoy, tal vez, puedas replantearte tu concepto de Amor, el que no juzga, el que no condiciona, el que no aumenta o disminuye, el que simplemente ES de lo que estás hecho. Y entonces, cuando dices "te amo", en realidad dices "reconozco quien eres, reconozco quien soy, y se qu
Autora y Terapeuta Espiritual