Hoy desperté con unas ganas enormes de preguntártelo, con la
emoción a flor de piel como en los Días de Reyes de mi infancia.
Hace ya algunos días que estuve perdida sintiendo que todo
me estaba fallando, que yo me estaba fallando a mi misma dejando que la
tristeza y la desesperación me invadieran y me tiraran literalmente en la cama
sin fuerzas para seguir.
Pero como siempre que he estado así, ahí estabas tú, velando
mi sueño y esperando a que mi corazón dejara de quejarse para sonreírme
tranquilamente y ayudarme a levantar.
Así que después de mi desasosiego y de todas las dudas
danzando en mi mente, se aclaró la
niebla y pude sentirte de nuevo, pude sentir tu mano en la mía y escucharte
diciéndome –todo está bien- y yo te creo.
¿Qué tienes para mi , querido Universo, este día? Estoy
dispuesta y llena de emoción para recibirlo, no le hagas caso a mis cuestionamientos
y a mis prisas. Ya me conoces cómo estoy de loca. Aquí estoy, emocionada como
niña esperando tus regalos, tus bendiciones, que siempre llegan en el momento
justo y de la forma perfecta.
Entiendo hoy, que cuando abres los brazos para recibir, con
la firme convicción de merecer todo lo hermoso de la vida, los milagros pasan.
Así que sólo quiero agradecer, por tanto y por todo.
De corazón, Mar Barbosa.